jueves, 29 de julio de 2010

Adiós Australia, el país tranquilo

Hemos pasado casi un mes por aquí tan a gusto, y en ningún momento hemos vivido o visto situaciones tensas, momentos desagradables o gente agobiada.

Puedes pasear por Sydney, la más emblemática de sus ciudades, una especie de New York austral, donde miles de orientales desde Indonesia hasta Japón emigran, bien para aprender idiomas, hacer turismo o simplemente experimentar por un tiempo el modo de vida occidental; puedes contemplar atónito sus playas casi vírgenes o bañarte en sus aguas dulces o saladas pero generalmente cristalinas; es probable que te topes con algunos de sus exóticos animales y plantas, siempre raros ante nuestros ojos europeos; puedes parar en carretera para hacer solo un alto en el camino, o quedarte a pernoctar en un camping o backpacker, compartiendo parcelas con jubilados y otros humanos que pasan meses de cada año viajando y se diría casi que viven en ellos...

...pero está prácticamente asegurado que aquí todo transcurre de forma agradable y tranquila.

El otro día, uno de nuestros guías, nos contaba orgulloso la vida de sus padres, abuelos y demás antecesores, hasta llegar al padre de su tatarabuelo, que vino desde Escocia. No le comprendimos bien hasta que caímos en la cuenta que, al igual que los americanos del norte, este país, aunque parece muy civilizado y moderno, tiene poco más de 200 años de vida y su ancestro escocés probablemente fuera de una de las primeras generaciones de colonos. Por eso, barrios como The Rocks, que hemos visitado esta tarde, donde vivieron los primeros no aborígenes de Australia, aun conservando su arquitectura original, no nos parecen demasiado antiguos.

Puede que sea por su "juventud" como pueblo o por lo que sea, pero los australianos y australianas han conseguido hacer de su país un lugar agradable para vivir, que no es poca cosa. No en vano, dos de sus ciudades principales se encuentran entra las diez mejores del mundo por su calidad de vida (con una economía casi autosuficiente está resultando uno de los países más indemnes a la crisis), y además su gobierno federal, hace poco tiempo, fue de los únicos que han pedido perdón oficialmente en nombre del estado a los pueblos aborígenes locales por las crueldades cometidas durante el proceso de colonización.

Nos ha gustado mucho... quién sabe si volveremos aquí alguna vez...

De momento, mañana, 26 horas de avión casi seguidas para llegar a Madrid el Sábado por la mañana.

Muchísimos besos.

;-)